Rand y Muradin en las columnas de cristal
Las columnas de cristal forman un enorme ter'angreal que ha sido custodiado durante unos tres milenios en el mismo centro de Rhuidean, la ciudad vedada de los Aiel. Son consideradas la pertenencia más preciada entre los múltiples Objetos del Poder Único existentes allí, y un instrumento fundamental para la sociedad Aiel, ya que todos los hombres y mujeres que se disponen a convertirse en jefes de clan o Sabias han de someterse a una prueba y pasar a través de las columnas de cristal.
Aspecto[]
Este ter'angreal está conformado por varias columnas que forman varios anillos concéntricos y parecen estar hechas de un cristal pulido y brillante, suave al tacto. Todas las columnas tienen son bastante delgados en comparación con su altura, que supera los treinta metros. Sin lugar a dudas, por sus dimensiones las columnas de cristal forman uno de los ter'angreal más grandes de los que se tiene constancia. Están situadas en el corazón de Rhuidean, a muy poca distancia de Avendesora.
Utilización[]
La experiencia de pasar a través de las columnas de cristal ha sido uno de los motivos principales de la visita de un Aiel a Rhuidean, y probablemente la razón principal por la que el acceso a la ciudad ha permanecido restringido durante tanto tiempo. A lo largo de generaciones, toda persona a la que se le concedía permiso de acudir a Rhuidean ha sido aquélla a la que se consideraba apta para convertirse en un líder del pueblo Aiel, ya fuese como jefe de clan en el caso de los hombres o como Sabia para las mujeres. Para los hombres, la prueba de atravesar las columnas de cristal es la única a la que deben someterse antes de convertirse en jefes de clan, pero en el caso de las mujeres éstas han debido de pasar un tiempo antes por los tres anillos y haber superado un periodo de aprendizaje con las Sabias.
Todo Aiel que entre en el recinto cubierto por las columnas de cristal experimentará visiones de las vidas de algunos de sus ancestros, remontándose hasta el origen de su pueblo y conociendo sus verdaderas raíces. Las experiencias que vive cada persona variarán ligeramente en función de las identidades de sus antepasados, pero en cualquier caso llegarán a presenciar siempre los sucesos más importantes, incluyendo el pacto de Rhuidean o el haber compartido agua con los ancestros de los cairhieninos.
Los candidatos a jefe de clan o Sabia deben descubrir gracias a las columnas de cristal que descienden de los Da'shain Aiel, un pueblo que seguía la Filosofía de la Hoja y había faltado a su juramento de no empuñar un arma para poder sobrevivir en los turbulentos años del Desmembramiento del Mundo. Para una sociedad guerrera y tan fundamentada en un código de honor, la vergüenza de saber esto es demasiado grande como para que algunas personas puedan soportarla y consigan superar la prueba. Sólo uno de cada tres hombres sobreviven a la desesperación de contemplar esas visiones, mientras que el porcentaje de supervivencia es mayor en las mujeres, en gran medida debido a que previamente han debido atravesar los tres anillos y no todas lo consiguen.
Todos los hombres que consiguen emerger con vida de las columnas de cristal portan el tatuaje de un dragón rojo y dorado enroscado en torno a su brazo, lo que le señala como jefe de clan. Sin embargo, cuando Rand al'Thor superó la prueba aparecieron tatuajes en sus dos brazos, la muestra indiscutible que le señalaba como el Car'a'carn, el jefe de jefes. Al contrario que los hombres, las mujeres no lucen ninguna marca física que indique que han pasado a través de las columnas de cristal.
Eventos recientes[]
La niebla que cubría la ciudad de Rhuidean desapareció después del enfrentamiento entre Rand y Asmodean, dejando al descubierto el enclave y permitiendo el acceso a todos los Aiel, que han comenzado a poblar la ciudad. No obstante, las columnas de cristal siguen estando vedadas y las Sabias mantienen restringido el paso a ellas a todo aquél que no haya obtenido su permiso para superar la prueba, independientemente de su sexo.
A sólo unos días de la Última Batalla, a mediados del año 1000 NE, Aviendha intentó probar su Talento para leer ter'angreal sobre las columnas de cristal después de haber superado la prueba. Al hacerlo, la joven tocó el ter'angreal y experimentó una extraña sensación:
Aviendha
—Aviendha en TDM 48
Se ignora si el hecho de que Aviendha tocase una de las columnas de cristal e intentara descifrar su funcionamiento influyó en lo que ocurrió a continuación, pero lo cierto es que el enorme ter'angreal comenzó a funcionar de una forma totalmente inesperada, con sorprendentes resultados. Si no fue obra de Aviendha, se reforzaría la teoría de que, ciertamente, las columnas tienen voluntad propia.
Sea como fuere, en el momento en que Aviendha dio un paso para alejarse de las columnas de cristal, experimentó una nueva visión, totalmente imprevista y nunca antes contemplada, que la compelió a regresar al ter'angreal y pasar por él una segunda vez. En esta nueva prueba, Aviendha experimentó visiones de sus descendientes, pudiendo contemplar una línea de futuro en la que los Aiel serían destruidos por los seanchan, en parte impulsados por las obras de los propios vástagos de Rand y Aviendha. Alarmada ante estos hechos, la joven dio parte a las otras Sabias, que enviaron a Bair para comprobar que las nuevas visiones se repetían. Después de comprobar que así sucedía, las Sabias buscaron una forma de evitar este futuro e impulsaron a Rand a que incluyese a los Aiel en la Paz del Dragón. Se cree que con este hecho se ha alterado el futuro que contemplaron Aviendha y Bair ya que durante la Última Batalla han ocurrido determinados sucesos que inducen a pensar que así ha sido.