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Manetheren

Batalla frente a las puertas de Manetheren

La Guerra de los Trollocs es el nombre que se le da a una larga serie de combates entre la Humanidad y los Engendros de la Sombra, que ocurrieron entre 1000 y 1350 DD. Los ejércitos de la Sombra estaban mayoritariamente formados por los monstruosos Trollocs, pero se cree que otros muchos seres jugaron un papel de gran importancia entre las filas de la Sombra, incluyendo a los Myrddraal, los Draghkar y los Sabuesos del Oscuro. Así mismo, durante la guerra muchos seres humanos se declararon siervos del Oscuro y se pasaron a su bando, como Señores del Espanto o Amigos Siniestros.

Con la Guerra de los Trollocs se da por finalizado el primer tercio de la Tercera Era, conocido como la época de Después del Desmembramiento (DD) y comienza el segundo, el de los Años Libres (AL). Esta guerra, que en realidad no es un único conflicto sino una serie de combates que se sucedieron con algunas interrupciones a lo largo de más de tres siglos, también marcó un punto de inflexión en la historia de la Humanidad, al suponer el fin de las Diez Naciones. Con ellas desapareció un esfuerzo de cooperación y alianza mundial que aún no ha regresado al mundo. Las cuantiosas bajas producidas durante la guerra estuvieron a punto de extinguir a los habitantes de las Tierras Occidentales, que tardaron siglos enteros en recuperarse. Sin embargo, muchos de los conocimientos y la cultura de los tiempos anteriores se perdieron para siempre.

El comienzo de la guerra[]

Diez Naciones

Las Diez Naciones

No existe una fecha precisa que se pueda considerar el inicio de la Guerra de los Trollocs ni un acto concreto que marque el comienzo de los conflictos. Los reinos fronterizos de Jaramide y Aramaelle estaban acostumbrados a lidiar con las fuerzas de la Sombra en la Llaga, hasta que comenzaron a notar que sus enemigos crecían en número y fuerza a cada día que pasaba. La intensidad creciente de los ataques quedó patente cuando Barsine, una de las grandes ciudades de Jaramide, fue destruida y todos sus habitantes asesinados. Entonces el resto de las Diez Naciones, junto con las Aes Sedai de Tar Valon, se tomaron más seriamente el asunto y se dispusieron a dar una respuesta conjunta.

Desgraciadamente, la respuesta de las fuerzas de la Luz llegó muy tarde. Ejércitos de cientos de miles de Trollocs se adentraron en las Tierras Occidentales, destruyendo la ciudad de Mafal Dadaranell, capital de Aramaelle, entre otros muchos asentamientos de cierta importancia. Aramaelle fue incapaz de soportar el embate y acabó siendo destruido, atravesando los ejércitos de la Sombra sus ruinas, llegando a Aridhol y Coremanda y sitiando por primera vez la mismísima ciudad de Tar Valon.

Se cree que en este periodo se dieron las luchas más desesperadas y la Humanidad estuvo entre las cuerdas, retrociendo ante todos los embates de la Sombra, sin victorias que se recuerden. Las Diez Naciones se vieron forzadas a desarrollar nuevas tácticas de combate que favoreciesen la escisión de contingentes de Trollocs y su destrucción antes de pasar a separar un nuevo grupo, dado que la ventaja numérica de los enemigos era su principal baza, incluso frente a las Aes Sedai.

La caída de Aridhol[]

Mientras las nuevas estrategias se desarrollaban en los campos de batalla, el nuevo objetivo de las fuerzas de la Sombra era el reino de Aridhol. El consejero Mordeth recomendó al rey Balwen Mayel que se volviese más frío, inclemente y cruel que la propia Sombra para poder derrotarla, y así se sacrificaron miles de vidas y se dejó de acudir en auxilio de las otras naciones. El príncipe Caar del reino vecino de Manetheren fue enviado en una misión diplomática para traer de vuelta a Aridhol al Pacto de las Diez Naciones, pero por instancia de Mordeth fue hecho prisionero y torturado, antes de lograr escapar.

Los ejércitos de Manetheren, furiosos por la traición de Aridhol, marcharon hacia su capital y descubrieron horrorizados que la ciudad había sido consumida por un mal que sus habitantes habían liberado. A partir de entonces la ciudad fue maldita y recibió el nombre de Shadar Logoth. Ni siquiera los ejércitos de la Sombra se atrevieron a entrar allí, después de haber sido totalmente aniquilado un contingente que se refugió en su interior para pasar la noche.

La caída de Manetheren[]

Bandera Manetheren

Bandera de Manetheren

El fin de Aridhol y las circunstancias en las que se produjo supusieron un jarro de agua fría para la moral de las Diez Naciones, y un gran impulso a los ejércitos de la Sombra, que pudieron acceder a los vecinos Manetheren y Coremanda. Esta fue la parte más reñida de los conflictos, con una defensa tenaz y fructífera en ambos reinos. El rey Aemon de Manetheren se hizo famoso por las victorias conseguidas y su cuerpo de elite, la Compañía de la Mano Roja, lograba hacer retroceder a los Trollocs con la sola visión de sus estandartes. En esta época Manetheren fue conocido como la "espina en el pie del Oscuro", y la más detestada de las Diez Naciones a ojos de la Sombra.

Para frenar a Manetheren surgió entre la Sombra un nuevo líder, capaz de unificar a todos los clanes de Trollocs y de dirigir con mano de hierro los enormes ejércitos. Su nombre verdadero no se llegó a conocer en aquella época, pero sus seguidores se referían a él como Ba'alzamon, el Corazón de la Oscuridad, y se pensó que podía tratarse del Oscuro en persona. Los historiadores modernos opinan que Ba'alzamon era en realidad Ishamael, el más poderoso de los Renegados, durante uno de los periodos de libertad de su prisión. En cualquier caso, Ba'alzamon dirigió todas sus fuerzas hacia Manetheren, hasta las orillas del Tarendrelle.

Según cuenta la leyenda, Aemon hizo que sus tropas corriesen día y noche para evitar que la Sombra entrase en el corazón del reino, y logró mantener a sus enemigos al otro lado del Tarendrelle durante diez días, en una defensa heroica pero desesperada. Durante todo este tipo Aemon esperó los refuerzos prometidos, que nunca llegaron, y finalmente resultó derrotado en la sufrida Batalla del río Tarendrelle por unos enemigos que casi les centuplicaban en número. Los supervivientes retrocedieron hasta llegar a las proximidades de la capital y ofrecieron su última resistencia en la Batalla del Campo de Aemon, donde fueron totalmente aniquilados. La reina Eldrene, esposa de Aemon y poderosa Aes Sedai, al sentir la muerte de su marido (que era su Guardián) se dejó llevar por la pena y la desesperación, absorbiendo enormes cantidades de Poder Único, con la que barrió toda la ciudad de Manetheren y a sus enemigos.

Más tarde se descubrió que la Sede Amyrlin de aquel entonces, Tetsuan, había sido la responsable del retraso de las tropas de auxilio a Manetheren. Sus acciones estaban impulsadas por los celos hacia Eldrene, una mujer más poderosa que ella. Por este crimen Tetsuan se convirtió en la primera Amyrlin en ser depuesta y neutralizada por la Antecámara de la Torre.

El fin de la guerra[]

Ishamael

Ishamael

Los ejércitos de los Trollocs tardaron unos años en reponerse de las ingentes pérdidas sufridas en Manetheren, pero en cuanto volvieron a ser lo suficientemente fuertes reanudaron sus ataques y prosiguieron su marcha hacia el sur, entrando en Eharon. En una de sus ofensivas evitaron el asedio a la capital Londaren Cor, y destruyeron Barashta, en las costas del Mar de las Tormentas. Fue el momento en que la Sombra llegó a su máxima expansión, habiendo cruzado de norte a sur todas las Tierras Occidentales, a través de las ruinas de Aramaelle, Aridhol y Manetheren. En esta época, o no mucho después, se produjeron las caídas de Coremanda y Almoren, y nuevos asedios a Tar Valon.

Precisamente, fue la enorme distancia recorrida, la lejanía de refuerzos en la Llaga y la unión por fin efectiva de las naciones supervivientes la que comenzó a desequilibrar la balanza por fin en favor de la Luz. Sobre todo, fueron dos hechos los que permitieron atisbar la esperanza en medio de tanta muerte y destrucción. En primer lugar, Ba'alzamon se desvaneció sin dejar huella alguna cuarenta años después de haberse mostrado a las tropas de la Sombra, perdiendo a su líder más capaz y el único capaz de unirlos con plena efectividad. En segundo lugar, Rashima Kerenmosa fue ascendida a Amyrlin en 1251 DD y no tardó en convertirse en la mejor general de la Luz y en una temible combatiente, que hizo que las Aes Sedai al completo se uniesen a la lucha.

Después de haber rechazado la cuarta y más seria de las ofensivas contra Tar Valon, Rashima dirigió durante una campaña de diez años a las fuerzas de la Luz, obteniendo importantes victorias en el Paso de Kaisin, los Vados de Sorelle, Larapelle y Tel Norwin, que le valieron el sobrenombre de "la Amyrlin guerrera". El enfrentamiento decisivo ocurrió en la Batalla de Maighande, en 1301 DD, considerada la batalla con mayor número de bajas y de mayor importancia histórica desde la Guerra de la Sombra. En una confrontación colosal, los ejércitos de la Sombra fueron destruidos y dispersados, aunque esto le costó la vida a la propia Rashima, tras acabar con incontables Trollocs, Myrddraal y hasta nueve Señores del Espanto. La Sombra siguió realizando ataques periódicos durante los cincuenta años siguientes, hasta que los grupos supervivientes de Maighande fueron eliminados o fueron llevados de vuelta a la Llaga.

Resultado[]

Rashima Kerenmosa

Rashima Kerenmosa

En la Guerra de los Trollocs combatieron en ambos bandos un número de efectivos tan grande que no se ha visto en ningún otro momento a lo largo de la Tercera Era, con la posible excepción de la inminente Última Batalla. De las Diez Naciones que prosperaron el milenio anterior en las Tierras Occidentales, cinco fueron aniquiladas durante la guerra (Almoren, Aramaelle, Aridhol, Coremanda y Manetheren), y las cinco restantes no sobrevivieron durante mucho tiempo más. El descenso drástico de la población y desórdenes internos hicieron que Aelgar, Eharon, Essenia, Jaramide y Safer se colapsaran, y el único superviviente político tras más de tres siglos de luchas fue la Torre Blanca, en Tar Valon.

Sobre los restos de las Diez Naciones surgieron 29 pequeños reinos, más pequeños y menos desarrollados. Comenzaban los Años Libres, que se prolongaron durante unos mil años hasta la formación del Imperio de Artur Hawkwing. En cuanto a las fuerzas de la Sombra, todos los Señores del Espanto murieron, y no hubo dirigente alguno por encima de los Myrddraal. Las bajas sufridas fueron tan grandes que durante mil años no volvieron a realizar incursiones dignas de señalar más allá de la Llaga (que por otra parte había aumentado su extensión hacia el sur), hasta la Batalla de Talidar. En algunos sitios no se volvieron a ver Trollocs en más de dos mil años, llegando a considerarse criaturas de leyenda.

La Guerra de los Trollocs en otros lugares[]

  • El Yermo de Aiel también sufrió una invasión de Engendros de la Sombra a comienzos de la Guerra de los Trollocs. La duración de este conflicto en esas tierras no es conocida, pero se sabe que los clanes Aiel se unificaron para enfrentarse a la amenaza común y se alzaron con una victoria sin paliativos. Los Trollocs no volvieron a acercarse al Yermo de Aiel en los dos milenios posteriores, llamando a esta región el Lugar de Muerte.
  • Shara, el país situado al este del Yermo de Aiel, también sufrió una invasión de Trollocs. Sin embargo, la magnitud de este conflicto no ha quedado firmemente determinada, pues ni los pocos sharanís que se deciden a hablar se ponen de acuerdo. Lo único que queda claro a este respecto es que Shara logró derrotar a los invasores de la Llaga.
  • El continente de Seanchan no se vio afectado por la Guerra de los Trollocs, ya que la enorme cantidad de pequeños reinos formados habían destruido en el pasado a todas las Criaturas de la Sombra que habitaban en la Llaga menor con la ayuda de los animales monstruosos que aún viven en sus tierras.

Resumen[]

Bando de la Luz Bando de la Sombra
Integrantes
Líderes destacados
Fuerzas
  • Miles de Aes Sedai
  • Cientos de miles de Soldados
  • Centenares de Señores del Espanto
  • Miles de Amigos Siniestros
  • Cientos de miles de Criaturas de la Sombra
Resultado

Bando victorioso

  • Las Diez Naciones son destruidas
  • Enormes pérdidas humanas y materiales

Bando derrotado

  • Las Criaturas de la Sombra son diezmadas
  • La Llaga experimenta un avance
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