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Desmembramiento Mundo

Parte del Desmembramiento del Mundo

“A quien lea esto, si queda alguien para poder hacerlo, que llore por nosotros pues no nos quedan más lágrimas. Que recen por nosotros los que siguen condenados a vivir”
   —Manuscrito que se cree data del Desmembramiento del Mundo

El Desmembramiento del Mundo, también conocido como la Época de Locura, fue un período en el que los varones Aes Sedai provocaron enormes masacres y destruyeron la mayor parte del mundo, suponiendo el brusco final de la Era de Leyenda y el comienzo de la Tercera Era.

Comienzo[]

Aunque el abanderado de la causa de la Luz, Lews Therin Telamon, logró junto a los Cien Compañeros sellar en lo más profundo de Shayol Ghul al Oscuro y a sus trece servidores más poderosos (conocidos ya por aquel entonces como los Renegados), no pudo hacer nada por evitar el contraataque del Oscuro: la corrupción del saidin. Los poderes del Oscuro llegaron hasta el Saidin, infectándolo y provocando que todos los hombres capaces de esgrimir el Poder Único acabasen cayendo presa de la locura o muriesen entre atroces dolores a causa de una enfermedad descomponedora. A consecuencia de ello, el fin de la Guerra de la Sombra con la victoria del Dragón sobre el Oscuro no sólo fue incompleta, sino que supuso la práctica aniquilación de la humanidad y una transformación sin precedentes de la faz del mundo.

Uno de los primeros hombres en caer presos de la locura fue el propio Lews Therin, que tras asesinar a sus seres queridos y todas las personas que se encontraban a su alrededor, fue devuelto a la cordura durante un corto espacio de tiempo por Ishamael, tan sólo para ver lo que había hecho y acabar suicidándose. Este postrer acto es considerado por algunos estudiosos el comienzo del Desmembramiento del Mundo propiamente dicho, si bien otros hombres ya se encontraban por aquel entonces completamente locos y sembrando el caos allá por donde pasaban. En su muerte, Lews Therin provocó la creación del Monte del Dragón y la bifurcación del cauce del río Erinin, dejando entre ambos márgenes una isla sobre la que más tarde se erigiría Tar Valon.

Desarrollo[]

MonteDragón TarValon

El Monte del Dragón, junto a Tar Valon

Debido a la desaparición de la práctica totalidad de documentos que datan de esta convulsa época, se desconoce la duración exacta del Desmembramiento del Mundo. Los historiadores han encontrado en ello un buen motivo de debate, pero por lo general se sostiene que el Desmembramiento duró como mínimo 239 años y como máximo, 344. En su locura, los Aes Sedai varones emplearon ingentes cantidades de Poder Único para destruir montañas y crear otras nuevas, secar océanos e inundar la tierra. Todas las fabulosas ciudades de la Era de Leyenda fueron barridas de los mapas y la próspera civilización de aquel entonces, de avanzadísimos conocimientos y cultura, se colapsó y sólo se restableció de una forma marcadamente primitiva tras la muerte de los últimos Aes Sedai locos. El lenguaje se mantuvo cohesionado, debido a las continuas reimpresiones de escritos que fueron necesarias a raíz del caos formado, y el idioma hablado (conocido más tarde como la Antigua Lengua) se mantuvo con pocas alteraciones unos siglos más.

No es sencillo explicar por qué los hombres Aes Sedai no fueron dominados y posteriormente asesinados por las mujeres con más facilidad durante esta época. Si bien es cierto que, como norma general, las mujeres suelen ser más débiles que los hombres en el manejo del Poder Único cuando actúan individualmente, al vincularse su eficancia es superior y, al menos teóricamente, podrían haber eliminado a los varones que destruían el mundo en menos tiempo. Una posibilidad que podría explicar este hecho es que, como sólo el Dragón y los Cien Compañeros fueron los únicos hombres que se volvieron locos inmediatamente, algunos hombres pudieron colaborar en la puesta a salvo de angreal y de sa'angreal antes de volverse locos ellos mismos y tener en su poder unas armas peligrosísimas que de seguro le pusieron las cosas más difíciles a las mujeres. El empleo de estos objetos explicaría cómo hombres solos eran capaces de destruir ciudades enteras y convertirlas en yermos, algo que sólo se puede conseguir empleando los artefactos más poderosos, como Callandor.

Dado que los Aes Sedai de la Era de Leyenda llegaban a vivir 700 años e incluso más, se cree que algunas de las mujeres que presenciaron la Guerra de la Sombra e incluso la Perforación podrían haber sobrevivido al Desmembramiento del Mundo. Sin embargo, no parece haber sido el caso, salvo la posible excepción de las Aes Sedai que se implicaron en la construcción de Rhuidean, y se desconocen las causas de ello. No se puede hacer responsable de ello a la Vara Juratoria (de la que se ha descubierto recientemente que acorta la vida de la gente que la emplea), pues las Aes Sedai no comenzaron a emplearla hasta el fin de la Guerra de los Trollocs, mil años después del Desmembramiento del Mundo.

Algunos Aes Sedai varones escaparon temporalmente de la locura refugiándose en los stedding de los Ogier, lugares en los que es imposible encauzar. Precisamente a causa de esto último, los hombres acabaron rindiéndose y abandonaron los stedding para volver a contactar con el Saidin, aunque esto les supusiera la muerte. Una tesis sostenida por el Ajah Rojo es que, debido a la permanencia de los hombres en los stedding el Desmembramiento del Mundo se prolongó más de lo necesario y puso en mayor peligro a la humanidad que si los Ogier les hubiesen negado asilo a los fugitivos. El Ajah Azul, por el contrario, sostiene que gracias a la actitud de los Ogier se pudo evitar una destrucción aún mayor, al impedir que todos los varones enloquecieran en el mismo lapso de tiempo. Como muestra de reconocimiento, los últimos hombres Aes Sedai regalaron a los Ogier el Talismán de Crecimiento, y con él la habilidad de crear puertas de atajos en los lugares que ellos desearan.

Efectos en los Ogier[]

Stedding

Stedding Ogier

Los Ogier también sufrieron en sus propias carnes el Desmembramiento. Debido a las modificaciones del terreno que realizaron los hombres que se habían vuelto locos en las proximidades de sus hogares, se vieron forzados a huir y luego fueron incapaces de encontrar sus hogares, al ser totalmente irreconocibles. Los Ogier del continente central conocen esta época como la del "Largo Exilio", pues tardaron muchos años en volver a encontrar los stedding, y varios de ellos murieron en el camino víctimas del caos o de la añoranza. Los Ogier que habitan en las Tierras Occidentales recuperaron muchos de los stedding o crearon otros nuevos, pero comprobaron que todos ellos eran víctima de la añoranza una vez que decidían abandonar sus hogares de nuevo, restringiendo de forma drástica sus movimientos y sus visitas a los seres humanos.

Los Ogier de Seanchan se vieron afectados por el Desmembramiento del Mundo de una forma muy diferente, ya que en su zona existían muchos más stedding. Seguramente ésta sea la razón de que estos Ogier no sean afectados por la añoranza y hayan mantenido su faceta más belicosa. Se ignora si hay Ogier en Shara o en la Tierra de los Hombres Locos, aunque en el caso de estos últimos, lo más seguro es que, de haber existido, fueron asesinados en su totalidad por los habitantes del lugar.

Finalización[]

El Desmembramiento del Mundo acabó de forma oficial cuando el último varón Aes Sedai murió. Por entonces, el mundo había cambiado completamente hasta tener el aspecto que ofrece en los días en los que transcurre la serie. La población mundial había sido diezmada, y los pocos supervivientes tuvieron que convivir con la idea de que la gloriosa civilización de la Era de Leyenda había desaparecido y sus conocimientos habían sido olvidados tras siglos de sangre, fuego y caos. No obstante, los hombres y mujeres de aquel tiempo no cayeron víctimas del desánimo, sino que entre ellos cundió el sueño de que acabarían recuperando todo lo perdido en la Guerra de la Sombra y el Desmembramiento del Mundo, y que la Era de Leyenda regresaría. Muestra de este sentimiento es la fiebre constructora de este período de esperanza, en el que humanos y Ogier trabajaron juntos en la construcción de bellísimas ciudades, como Tar Valon, Manetheren o Al'cair'rahienallen. Pese a ello, el temor a un nuevo Desmembramiento del Mundo permaneció indeleble en las generaciones posteriores, y para muchas personas figuras como las Aes Sedai o el Dragón acabaron por equipararse en maldad al Oscuro y a los Renegados.

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