Far Dareis Mai cumplen su toh llevando muñecas.
El ji'e'toh es un complejo sistema de honor seguido por los Aiel que determina todas las interacciones sociales de este pueblo, desde el matrimonio y la forma de sacar adelante una familia hasta los combates. Como tantos otros términos de los Aiel, proviene de la Antigua Lengua y puede ser traducido como "Honor y Obligación".
El mayor ji (honor) que un Aiel puede obtener en una batalla se logra tocando a un enemigo sin desarmarle. Automáticamente éste incurre en una enorme deuda de toh (obligación), que sólo puede ser saldada convirtiéndose en gai'shain, sirviendo a la persona que le ha capturado durante un año y un día. Después de la toma de gai'shain existen numerosas formas de ganar ji, aunque todas ellas proporcionan menos honor. De todas ellas, la que menos ji da a un guerrero es matando a su enemigo, ya que los Aiel creen que matar a un contrincante es mucho más fácil que herirle o desarmarle.
De acuerdo a las normas del ji'e'toh, cualquier acto vergonzoso genera toh hacia alguien o hacia uno mismo. Sin embargo, si nadie lo presencia o se da por aludido, se puede evitar el pago de toh y considerar que no ha sucedido nada. Sólo el responsable de este acto puede dar el valor a su propio ji y, en función del orgullo que crea tener, reclamar su toh y la forma de pagarlo. En cualquier caso, es importante destacar que la cantidad de toh que debe pagar un Aiel es fijada por él o ella, no por la persona a la que ha podido ofender con sus actos. De hecho, existen casos en los que la persona a la que se debe toh dice públicamente que quien incurrió en una falta ya ha saldado su deuda y pese a ello, la otra persona puede decidir seguir cumpliendo con su toh. Una vez que se considera cumplido el toh, todos actuarán como si nada hubiese ocurrido.
Son muchos, y en ocasiones muy desconcertantes, los actos por los que un Aiel puede incurrir en toh para reparar su ji. Algunos de los conocidos son:
- Recordar a alguien su toh cuando éste ya ha sido cumplido. Todo el toh que ha sido debidamente pagado no debe ser recordado, y a todos los efectos es como si nunca hubiera existido. Por ello, que una persona rememore a otra su estancia como gai'shain es un grave acto que genera una importante cantidad de toh.
- Preguntar en público a otro Aiel si tiene toh. El acto de preguntar significa que se ignoran las normas básicas de conducta y que no has sido enseñado apropiadamente. La vergüenza recae no sólo en quienes escuchan esto, sino en quien ha debido enseñar el ji'e'toh, por lo que si quien ha incurrido en la falta desea cumplir con su toh, deberá hacerlo tanto con los oyentes como con su profesor.
- Hablar a un gai'shain sobre su vida anterior o exigirle que reaccione de acuerdo a como lo haría de no haber sido tomado gai'shain es uno de los actos más vergonzosos y de las contadas excepciones en las que un Aiel puede incurrir en una deuda de toh con un gai'shain.
El castigo autoimpuesto por un Aiel para cumplir con su toh depende fundamentalmente del valor que dé a su ji, y puede variar desde ofrecer su vida o convertirse voluntariamente en sirviente de la persona con la que se considera en deuda hasta infligirse daño físico o realizar tareas ridículas hasta llegar al límite de la fatiga. El ji'e'toh no es un cógido de normas monolítico y firmemente establecido, sino todo lo contrario. En ocasiones, lo que debe ser hecho va en contra de las normas, y el que realiza el acto puede considerar que sigue el ji'e'toh aunque más tarde se vea obligado a pagar toh.
Seguir el ji'e'toh es lo que hace a una persona un auténtico Aiel, algo que acaba descubriendo Egwene al'Vere al finalizar su aprendizaje con las Sabias. Sorilea reconoce que Egwene tiene el "corazón de un Aiel", ya que ha comprendido el ji'e'toh hasta el punto de seguir y aceptar las obligaciones que tiene pendientes con los Aiel. Entre los otros habitantes de las "tierras húmedas" que parecen haber comprendido el ji'e'toh o al menos están muy cerca de conseguirlo, hay que señalar a Rand al'Thor y probablemente a Sashalle Anderly, otra aprendiz de las Sabias. Para el resto de personas que no son Aiel de nacimiento, el ji'e'toh sigue siendo un tema muy confuso y enrevesado que no deja de desconcertarles.