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Lelaine Akashi
Lelaine1b
Información cronológica
Primera aparición NP 11
Última aparición URDL 37
Información biográfica
Nombre completo Lelaine Akashi
Nacionalidad Desconocida
Información política
Título Selectora Mayor
Rango Aes Sedai
Ajah Ajah Azul
Afiliación Torre Blanca (I -IV)
Aes Sedai rebeldes (IV - XII)
Torre Blanca reunificada (XII - XIV)
Ocupación Líder del Ajah Azul
Asentada del Ajah Azul
Descripción física
Género Mujer
Complexión Esbelta
Pelo Oscuro
Ojos Oscuros
Vínculos
Burin Shaeren (Guardián)

Lelaine Akashi es una importante Aes Sedai del Ajah Azul, que durante varias décadas ha sido Asentada en la Antecámara de la Torre y, tal y como ha confirmado Brandon Sanderson, se trata también de la líder de su Ajah, la Selectora Mayor. Lelaine nunca ha ocultado sus ambiciones y en lo últimos tiempos ha hecho todo lo posible por convertirse en una figura de referencia entre las Aes Sedai rebeldes y en la mejor candidata a ocupar la Sede Amyrlin.

Apariencia[]

Lelaine es un mujer esbelta y atractiva, con aire de permanente dignidad, calma y majestuosidad. Se trata de la segunda Asentada de mayor edad entre las Aes Sedai rebeldes, con lo que es probable que se encuentre entre los 150 y los 200 años de edad, mas no tiene ni una sola hebra gris en sus cabellos oscuros. Sus ojos son oscuros y penetrantes, pero sus miradas inquisitivas pierden su matiz intimidatorio cuando esboza con sus labios carnosos una sonrisa cálida y amigable, que ilumina su rostro y la hace aún más hermosa y cercana.

Historia[]

Se desconoce la procedencia de Lelaine y su edad exacta, aunque se sabe que lleva siendo Asentada del Ajah Azul unos cuarenta años. Por tanto, ella ya formaba parte de la Antecámara de la Torre cuando las prometedoras jóvenes Moraine Damodred y Siuan Sanche escogieron el Azul y fue una de las mujeres presentes en la ceremonia de elección del chal. Después de que todas las Azules que se encontraban en la Torre Blanca dieran la bienvenida a las dos nuevas hermanas, Lelaine y las otras dos Asentadas, Eadyth y Anlee, las recibieron de forma más informal y les revelaron las reglas más básicas de su Ajah, así como el tejido para vincular un Guardián y algún otro truco exclusivo de las Azules. Con el paso del tiempo, Lelaine y Siuan se convertirían en buenas amigas, sobre todo a raíz del ascenso de ambas en la jerarquía de las Aes Sedai: en un tiempo récord Siuan se convirtió en la Sede Amyrlin, mientras que Lelaine sustituyó a Eadyth como Selectora Mayor, la líder del Ajah Azul.

Es de sobra conocida la rivalidad existente entre Lelaine Akashi y la Asentada Amarilla Romanda Cassin, con la que ha competido en los últimos tiempos por hacerse con la estola de la Amyrlin. Es bastante probable que esta pugna provenga de mucho tiempo atrás, ya que se sabe que Lelaine fue una de las más fuertes opositoras a Romanda cuando ésta fue contemplada como posible Amyrlin al fallecer Noane Masadim. Finalmente, la influencia de las Azules prevaleció y fue Tamra Ospenya la elegida, un desplante que Romanda no pasó por alto y fue el desencadenante de su retiro. Lelaine permaneció en la Torre Blanca como una de las Asentadas más poderosas e influyentes, y en los últimos tiempos ha mantenido a su lado a su Guardián, Burin Shaeren, a quien confía absolutamente todos sus secretos.

Sinopsis[]

El Señor del Caos[]

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Siuan Sanche es derrocada en un turbio proceso dirigido por la Roja Elaida a'Roihan, acusándola de permitir que el Dragón Renacido campe a sus anchas por el mundo. No son pocos los que se oponen a la caída de Siuan y hay combates en la mismísima Torre Blanca, pero los seguidores de Elaida se imponen y el Ajah Azul en pleno no tiene otro remedio que huir junto con otras Aes Sedai rebeldes. Lelaine es una de las hermanas que sobreviven al Cisma de la Torre Blanca, algo de lo que no puede presumir una de las Asentadas Azules, muerta en medio del caos. En cuestión de unas semanas, Lelaine se entera de que las Aes Sedai contrarias a Elaida se están congregando en la aldea abandonada de Salidar, en la misma frontera de Altara con Amadicia, y es allí donde se dirige. A su llegada, la ya de por sí tensa situación se complica aún más, pues la Azul rápidamente establece una facción enfrentada a la de Sheriam Bayanar y a la de Romanda Cassin, quien ha regresado de su retiro con la idea de encabezar la causa rebelde.

El número de aliadas de Romanda es igualado por el de las leales a Lelaine en la Antecámara de la Torre, siendo las incondicionales de esta última Lyrelle Arienwin, Takima y Faiselle. La incapacidad de elegir una Amyrlin que satisfaga a todos los grupos de Aes Sedai parece condenar a las rebeldes a la inacción y la disgregación. Son pocas las situaciones en las que todas las hermanas más influyentes se mueven como una sola fuerza, en momentos tan cruciales como la propagación de los rumores que relacionan al Ajah Rojo con la aparición de falsos Dragones o la sorprendente Curación realizada por Nynaeve al'Meara, capaz de sanar el amansamiento y parcialmente la neutralización. Por supuesto, Lelaine está presente y en primera fila durante estos hechos junto con Sheriam, Romanda y otras Aes Sedai. El constante tira y afloja entre todas ellas se interrumpe temporalmente al presentar Sheriam una candidata a Sede Amyrlin que puede contentar a todos los bandos: Egwene al'Vere, una jovencísima Aceptada de gran potencial pero que probablemente pueda ser manipulada con facilidad. Tanto Lelaine como Romanda se resisten en la primera votación, pero al final aceptan y Egwene se convierte en la Amyrlin más joven de la historia y en la primera en no haber pertenecido a ningún Ajah.

Nada más recibir la estola de la Amyrlin, Egwene toma una decisión que enfurece por igual a Sheriam, Romanda y Lelaine, al ordenar que Nynaeve al'Meara, Elayne Trakand, Faolain Orande y Theodrin Dabei sean consideradas Aes Sedai completas hasta que tengan la oportunidad de superar la prueba en la Torre Blanca. Lelaine se reúne con sus aliadas para acordar una postura común y la mejor forma de controlar a Egwene, sin saber que la joven también está rodeándose de su propio círculo de condicionales, decidida como está a no dejar que nadie la manipule. Aun sabiendo que por ahora está atada de pies a manos a la Antecámara de la Torre, Egwene consigue presionar a través de sus aliadas tanto a Romanda como a Lelaine y las hace creer que son ellas las que proponen la idea de abandonar Salidar y dirigirse a Tar Valon, poniendo como excusa la proximidad con Amadicia y la presencia de la Compañía de la Mano Roja a tan poca distancia suya.

La Corona de Espadas[]

Sheriam ha sido elegida por Egwene como la Guardiana de las Crónicas, por lo que Romanda y Lelaine pujan constantemente con ella por controlar a la Sede Amyrlin, inadvertidamente confiriéndole más libertad de la que desearían a la muchacha. Como una forma de tenerla mejor vigilada, las tres Aes Sedai han puesto doncellas de su elección al servicio de Egwene, con la pretensión de estar mejor informadas que el resto de todos y cada uno de los planes de la Amyrlin rebelde. La mujer elegida por Lelaine es Selame, una teariana en exceso obsequiosa y parlanchina, mas Egwene comprende de inmediato el propósito de que esté al lado suyo y se cuida de revelar cualquier cosa importante cerca suyo o de las otras doncellas. La Amyrlin realiza un movimiento semejante y, una vez que se ha asegurado la lealtad de Theodrin y Faolain, les encarga que estén lo más cerca posible de Romanda y Lelaine, respectivamente, haciéndoles creer que buscan su protección. La Asentada Azul demuestra ser menos confiada que su rival Amarilla, ya que parece tratar con más cautela y conocimiento de causa a Faolain de lo que hace Romanda con Theodrin.

La Asentada Gris Delana Mosalaine promueve la idea de que la Antecámara de la Torre declare a Elaida integrante del Ajah Negro, una decisión que genera un gran revuelo y amenaza con dividir a las otras Asentadas. De nuevo Romanda y Lelaine mantienen posturas enfrentadas, pues la primera es partidaria de interrogar a las Aes Sedai y adoptar una decisión conjunta mientras que la segunda opina que se debe prohibir cualquier mención expresa al Ajah Negro. No con poca brusqueda, las dos rivales acuden ante Egwene con la intención de coaccionarla a hacer lo que desean, mas la Amyrlin no les presta atención y se retira a descansar, al sufrir una fuerte jaqueca.

El Camino de Dagas[]

El ejército rebelde avanza hacia Tar Valon hasta que una coalición de nobles andoreños y murandianos les corta el paso en la frontera entre ambos países. Nada más tener noticia de la presencia de los nobles, Lelaine se presenta ante Egwene y, de una manera más sutil que Romanda pero igualmente firme, le ordena que le deje que sea ella la que lleve el peso de las conversaciones. Las Asentadas son conscientes de que el mundo entero está atento al Cisma de la Torre Blanca y consideran que las rebeldes no deben perder la oportunidad de mostrarse como el bando legítimo, por lo que Romanda y Lelaine pretenden imponerse a Egwene en las conversaciones y dejar a la Amyrlin como una mera figura decorativa, domesticada y llena de joyas. Mas la joven no se deja intimidar y, al encontrarse con los andoreños y murandianos despliega su autoridad y anuncia que a partir de ahora el Libro de las novicias estará abierto a cualquier mujer que puedan aprender a encauzar el Poder Único independientemente de su edad.

Al volver al campamento, la Antecámara de la Torre se reúne con urgencia, mas Egwene impide que ninguna Asentada plantee censurarla al proponer declarar la guerra a Elaida. Deseosas de acabar con este tema cuanto antes para cuestionar la actitud de Egwene ante los nobles, muchas de las Asentadas aprueban la moción. Lelaine se mantiene sentada junto con todas sus aliadas, pero la Azul Moria Karentanis le recrimina en público su actitud y, abochornadas, ella y Lyrelle se alzan, consiguiendo así la mayoría suficiente como para que la propuesta de Egwene salga adelante. Éste resulta ser un golpe magistral de la Sede Amyrlin a la Antecámara de la Torre, pues de inmediato reclama que se aplique la Normativa de Guerra, con lo que las decisiones de Egwene con respecto al conflicto con las Aes Sedai fieles a Elaida no estarán supeditadas al visto bueno de las Asentadas. Abrumadas, Lelaine, Romanda y las demás Asentadas comprenden que la Sede Amyrlin es todo menos una muchacha débil e influenciable y escuchan con sorpresa cuál será el siguiente paso: Viajar en un plazo de un mes a las puertas mismas de Tar Valon.

Encrucijada en el crepúsculo[]

Tras la desastrosa votación que dio poderes plenos a Egwene en su lucha con Elaida, Lelaine ha perdido parte de su influencia en la Antecámara de la Torre a favor de Romanda, ya que la Amarilla se mantuvo en sus trece y votó en contra. No obstante, la Azul no está dispuesta a rendirse y continúa su labor en la Antecámara con la misma dedicación, y demostrando un especial interés en aclarar el misterioso despliegue de Poder Único percibido recientemente, en una cantidad como nunca antes se había manejado. Al enterarse de que las Aes Sedai enviadas a investigar el inexplicable suceso, Lelaine y Moria acuden a toda prisa a la Antecámara de la Torre para obtener la mejor posición para el Ajah Azul. Una vez abierta la sesión, Lelaine desea hablar sobre las negociaciones con Elaida pero Moria se opone a ello e insiste en escuchar el informe de las hermanas que han Viajado hasta Shadar Logoth. Éstas aseguran que la ciudad ha sido barrida del mapa y en su lugar hay un cráter inmenso. Creyendo que aquello ha sido obra de los Renegados, se propone una alianza entre las Aes Sedai rebeldes y la Torre Negra, una idea bastante controvertida que sólo alcanza el consenso menor cuando Lelaine y Lyrelle aceptan ponerse en pie.

Cuchillo de sueños[]

Lelaine

Lelaine

Egwene al'Vere ha sido capturada por las Aes Sedai fieles a Elaida después de haber conseguido bloquear los puertos de acceso a Tar Valon. Ante una situación así, Lelaine opta por presentarse a las otras hermanas como una de las principales y más fieles valedoras de la Amyrlin cautiva, con la idea de convertirse en una figura de referencia en su ausencia. Su postura resulta ser todo un éxito, y no sólo recupera la ventaja perdida sobre Romanda, sino que la supera y comienza a ser considerada como la principal candidata a nueva Sede Amyrlin, en caso de que Egwene sea ejecutada por Elaida. Lelaine es bien consciente de todo esto, como no le deja de insinuar a Siuan cuando busca su apoyo en una conversación que alarma en gran medida a esta última, al comprender que la Asentada Azul ahora ha encontrado motivos suficientes para traicionar a Egwene si tal fuera su deseo. Ciertamente, en los días posteriores el poder de Lelaine no hace más que crecer, al afirmar actuar tal y como lo haría la Sede Amyrlin, y por mucho que se esfuerce Siuan desde las sombras por favorecer a Romanda, la balanza entre las dos Asentadas se decanta en favor de la Azul. Por si esto no fuera poco, Lelaine ha confirmado sus sospechas y ha identificado a Faolain como espía de Egwene, forzándola a la reclusión una vez que le ha extraído todo lo que quería saber.

Otra muestra más del pulso que está ganando Lelaine a Romanda es que impida a la Amarilla Nisao Dachen que continúe investigando sobre los asesinatos de las Azules Anaiya y Kairen Stang. La cuota de poder que está acumulando la Asentada es tal que convoca por su propia cuenta a la Antecámara de la Torre y se presenta como garante de que se cumple la voluntad de la Sede Amyrlin cuando acuden al campamento rebelde la Aes Sedai Merise Haindehl. Ésta ha Viajado acompañada por sus Guardianes, entre los que se encuentra Jahar Narishma, un Asha'man, que acude en nombre de Rand al'Thor, el Dragón Renacido, para ofrecer un pacto a las Aes Sedai consistente en vincular otros 47 Asha'man para compensar el número de hermanas que habían sido vinculadas con anterioridad. Superada la conmoción inicial, Lelaine y la mayoría de la Antecámara de la Torre se levantan aprobando esta alianza, aunque la reunión es interrumpida bruscamente cuando Romanda descubre que la asesina de Anaiya y Kairen era una Renegada escondida en el campamento, aunque lamentablemente ha escapado junto a Delana hace tan sólo unos instantes.

La tormenta[]

Lelaine se entera por Ashmanaille de que las seguidoras de Elaida han descubierto cómo Viajar y se ocupa de difundir esta información para socavar la posición de Egwene entre las rebeldes, con la intención de que ella comience a ser vista cada vez con más frecuencia como la mejor alternativa a una Sede Amyrlin prisionera de sus enemigas, capaz de mantener la situación bajo control aun en una crisis así. Siuan es muy consciente del peligroso juego que está llevando a cabo la Azul y urge a Egwene a que haga todo lo posible por regresar cuanto antes, ya que el equilibrio entre Lelaine y Romanda lleva bastante tiempo descompensado a favor de la primera. Más tarde, ella es una de las Aes Sedai que entran en la tienda de Romanda cuando es descubierta Shemerin en el campamento de las rebeldes, para preguntarla sobre la situación en la Torre Blanca y cómo ha podido salir de Tar Valon pese al asedio que está teniendo lugar. Los días siguientes la Asentada Azul continúa sus intrigas y se aprovecha de los deseos de Gawyn Trakand de rescatar a Egwene para preguntarle acerca de todo tipo de cosas que le resultan de interés, dándole a cambio solamente vagas promesas de ayudarle.

Siuan Sanche, Gareth Bryne y Gawyn Trakand rescatan a Egwene, aun en contra de los deseos de la joven Amyrlin, a raíz de la incursión de los seanchan y la llevan de vuelta con el ejército rebelde. Lelaine simula estar pletórica al volver a ver a Egwene, pero antes de que ella o cualquier otra de las Asentadas pueda hacer nada, la Sede Amyrlin convoca a la Antecámara y obliga a todas las hermanas a volver a realizar los Tres Juramentos sobre la Vara Juratoria, con la intención de desenmascarar al Ajah Negro. Entre las Negras descubiertas y posteriormente ejecutadas se encuentran Sheriam y Moria, pero el resto de las Asentadas demuestran no ser Amigas Siniestras. Al quedar vacante de una forma tan drástica como inesperada la posición de Guardana de las Crónicas, Romanda y Lelaine compiten a contrarreloj por el favor de Egwene y la siguen incondicionalmente cuando la Amyrlin anuncia que entrará en la Torre Blanca ese mismo día, aunque sea por medio de las armas. Lelaine le comunica que todos los ter'angreal de acceso al Tel'aran'rhiod fueron robados por Sheriam y están en paradero desconocido, mientras que Romanda trata de llamar su atención explicándole la situación de la embajada enviada a dialogar con la Torre Negra.

A consecuencia de la desaparición de Elaida, no se llega a producir derramamiento de sangre en Tar Valon y Egwene regresa a la Torre Blanca, nombrada Sede Amyrlin de la Torre Blanca por fin reunificada. En aras de la reconciliación, Egwene nombra Guardiana de las Crónicas a una Roja, Silviana Brehon, algo que enfurece enormemente tanto a Romanda como a Lelaine. Las dos Asentadas retiran de inmediato su apoyo a Egwene y regresan a las viejas costumbres de hacer todo lo posible por desafiar su autoridad, aunque su margen de actuación es mínimo y las Aes Sedai han aprendido a respetar y seguir a la joven muchacha que ahora las dirige.

Torres de Medianoche[]

La prueba de una mujer tan poderosa como Nynaeve es un acontecimiento digno de que todas las siete Aes Sedai que sean testigo de ella sean Asentadas. En representación del Ajah Azul acude Lelaine, quien contempla con la misma sorpresa que el resto los apuros que pasa la joven para superar la prueba a su propia forma, desafiando las reglas establecidas. Al emerger del portal ovalado herida pero habiendo realizado los cien tejidos en condiciones extremadamente duras, Lelaine es una de las tres Asentadas que votan en contra de que se dé por superada la prueba, mas ganan los votos a favor y Nynaeve entra ya oficial e indiscutiblemente en el Ajah Amarillo. Lelaine vuelve a ser mencionada durante la reunión de la Antecámara en la que Egwene se las arregla para reservarse las negociaciones con los demás dirigentes del mundo, incluyendo al Dragón Renacido. Algunas Asentadas se quejan o expresan su malestar al verse víctimas de una nueva treta de la Amyrlin, pero ésta no cede y les recrimina haberse reunido sin contar con ello y, recordando las circunstancias bajo las que se produjo la división de la Torre, las fuerza a aceptar nuevas reglas más estrictas que dificultarán intrigas en el seno de la Antecámara y, a la larga, otorgarán un mayor poder a la Sede Amyrlin.

Un recuerdo de Luz[]

De cara al trascendental encuentro que la Sede Amyrlin va a mantener en Campo de Merrilor para encararse con el Dragón Renacido bajo la atenta mirada de los gobernantes de todas las tierras que no han sido conquistadas por los seanchan, Egwene elige como miembros de su comitiva a Silviana, Gawyn, Romanda, Lelaine y Saerin. Todos ellos presencian la tensión existente entre los partidarios de la Amyrlin y los del Dragón, que no llega a desembocar en un conflicto interno sólo gracias a la providencial reaparición de Moraine, a la que todos daban por muerta. Después de ello, Egwene y la Torre Blanca lideran la lucha contra los Engendros de la Sombra en el frente de Kandor, obteniendo importantes victorias y consiguiendo frenar durante varios días el embate de las fuerzas enemigas.

La clara ventaja que está manteniendo Egwene se rompe con la inesperada llegada de un nuevo adversario: los sharaníes, aliados con la Sombra y liderados por el mismísimo Demandred. Situada muy próxima a la Amyrlin, es Lelaine quien reconoce a los sharaníes como los recién llegados, antes de que éstos aniquilen las fuerzas de la Torre Blanca y acaben con numerosas Aes Sedai, incluyendo a Romanda. Lelaine consigue escapar de los sharaníes junto con otras hermanas y es una de las mujeres mencionadas entre las presentes en la Batalla de Campo de Merrilor. Sin embargo, no se vuelve a saber nada de ella tras la caída de Egwene, y ella no es una de las Asentadas que acuden al lado de Cadsuane Melaidhrin para ofrecerle la estola, por lo que se ignora si ha sobrevivido a la Última Batalla o no.

Personalidad[]

En mayor o menor medida, la práctica totalidad de las Aes Sedai son personas ambiciosas y con unos propósitos muy firmes, pero no muchas apuntan tan alto como Lelaine Akashi, quien no ha ocultado sus deseos de convertirse en Sede Amyrlin. La Asentada Azul es una mujer de gran inteligencia, serena como pocas y dotada para la persuasión y las intrigas. En comparación con Romanda Cassin, su enconada rival, Lelaine Akashi es mucho más astuta, analítica y desconcertante, ya que no duda en recurrir a diferentes tretas y artimañas que podrían perjudicarla a largo plazo pero que demuestran ser de una gran efectividad a la larga. En el trato, Lelaine no es una mujer brusca como la Amarilla, lo que en cierta medida la hace aún más peligrosa, y detrás de sus sonrisas y sus modales impecables se esconde una mujer tremendamente segura de sí misma, de su autoridad y de la legitimidad de su causa.

Poderes y habilidades[]

Poder Único: Antes de la llegada de las nuevas generaciones de iniciadas en la Torre Blanca, Lelaine era considerada una de las mujeres más poderosas y aún hoy, pese a los numerosos ejemplos de personas más fuertes que han ido conociéndose, la Azul sigue siendo una de las Aes Sedai que pueden dominar el Saidar con más fuerza y habilidad. De la vieja guardia Aes Sedai, sólo la legendaria Cadsuane Melaidhrin es más fuerte que Lelaine, quien a su vez se encuentra en el mismo escalafón que Romanda y Elaida, así como Siuan y Moraine antes de que éstas perdiesen su posición en la jerarquía de la Torre Blanca. Por tanto, Lelaine es indudablemente una de las Aes Sedai más poderosas de su época y una de las pocas que, según Verin Mathwin, podría usar en condiciones seguras el Choedan Kal femenino. Se desconoce cuáles son los talentos particulares de la Asentada Azul, más allá de que puede abrir accesos sin problemas.

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