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La Noche de Invierno es una festividad celebrada en las Tierras Occidentales que conmemora el último día del invierno. Pese a que el tiempo siga siendo con frecuencia bastante frío, se trata de un momento muy esperado por la gente, debido a que al día siguiente se realiza la fiesta de Bel Tine. En la Noche de Invierno de Dos Ríos, y probablemente en muchos lugares más, las personas acuden a visitar a sus vecinos e intercambian todo tipo de regalos entre ellos.

El ataque de la Noche de Invierno[]

En la aldea de Campo de Emond la Noche de Invierno de 998 NE tuvo un significado muy especial y marcado, que para muchos supuso el desencadenante fundamental de todos los sucesos narrados en las novelas de La Rueda del Tiempo. En aquella noche un contingente de Trollocs liderados por un Myrddraal atacaron la localidad, en busca de los jóvenes sospechosos de ser el Dragón Renacido. Precisamente fue por el hecho de que los Engendros de la Sombra desconocían las costumbres de los habitantes de Campo de Emond que su ataque fracasó, ya que los aldeanos se encontraban despiertos y reaccionaron con celeridad ante el inesperado ataque. Que se sepa, la apartada región de Dos Ríos no había sufrido algo así desde hacía siglos, posiblemente desde los años de la Guerra de los Trollocs.

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Rand y Tam son atacados en la Noche de Invierno

Los objetivos de los Engendros de la Sombra eran Rand al'Thor, Mat Cauthon y Perrin Aybara, por lo que los primeros sitios que registraron fueron las granjas de los al'Thor y los Aybara, el hogar de los Cauthon y la herrería de Haral Luhhan. No fueron los únicos lugares por los que pasaron y hubo otros edificios que incendiaron o destruyeron a su paso, mas probablemente esto lo hicieron para no llamar en exceso la atención. Unas decenas de Trollocs invadieron la granja de Tam al'Thor, mataron a todo su ganado por puro placer y sembraron el caos, mas Tam y su hijo Rand reaccionaron con rapidez y se defendieron con valentía pese a estar solos. Tam fue herido con una hoja de Thakan'dar y sólo el tesón de Rand pudo salvarle la vida, al llevarlo lo más rápido que pudo a Campo de Emond. En cuanto a la granja de los Aybara, se sabe que también sufrió importantes daños, mas sus habitantes salieron ilesos del trance al quedar claro que Perrin no se encontraba entre ellos.

Campo de Emond sufrió muchos daños materiales, hubo varios heridos y posiblemente también algunos muertos. No obstante, la Noche de Invierno hubiera desembocado en una auténtica masacre de no ser por la presencia en el pueblo de la Aes Sedai Moraine Damodred y su Guardián, Lan Mandragoran, quienes también habían acudido a aquel paraje en busca del Dragón Renacido. La pareja detectó la presencia de Trollocs en las proximidades y pudo avisar con tiempo suficiente a la mayoría de los habitantes de Campo de Emond antes de combatir en primera línea a los Engendros de la Sombra, ocasionarles cuantiosas bajas y forzar su retirada sin que lograsen su propósito. En medio del ataque el buhonero Padan Fain desapareció sin dejar ni rastro, y por entonces todos creyeron que había sido secuestrado por los Trollocs y probablemente devorado por aquellos horribles seres.

Al día siguiente de aquella terrible Noche de Invierno no hubo celebración de Bel Tine en Campo de Emond y su población se dedicó a arreglar los desperfectos de la ataque, quemar los cadáveres de Trollocs y recuperarse de las adversidades con decisión. Moraine hizo ver a Rand, Mat y Perrin que no podrían estar seguros ni ellos ni sus seres queridos mientras no los llevase a Tar Valon y les convenció para que la acompañasen a la menor tardanza posible. Pese a las suspicacias de los muchos de los habitantes de Campo de Emond y de su temor por las Aes Sedai, los tres chicos comprendieron que Moraine tenía razón y la siguieron junto a Lan, el juglar Thom Merrilin y la muchacha Egwene al'Vere. El grupo se completaría una semana más adelante cuando la Zahorí Nynaeve al'Meara diera alcance a los viajeros y, desde entonces, la vida de los ocho pasó a estar íntimamente ligada al destino del mundo y del mismo Entramado.

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