- Este artículo trata sobre el lugar denominado Ojo del Mundo. Para el primer libro de la serie de novelas La Rueda del Tiempo, consultar El Ojo del Mundo.
El Ojo del Mundo es un lugar situado dentro de la Llaga y creado por hombres y mujeres Aes Sedai después de que el Oscuro corrompiera el Saidin, la mitad masculina de la Fuente Verdadera. Fue creado empleando tanto el Saidin como el Saidar y se eligió como guardián y custodio suyo a Someshta, el Hombre Verde, y el último de los Nym.
Al comprender que el Saidin estaba corrupto y que el Desmembramiento del Mundo era una desgracia inevitable, algunos Aes Sedai se reunieron en la Antecámara de los Siervos y planearon la construcción del Ojo del Mundo, un lugar en el que almacenar Saidin no contaminado con la pátina del Oscuro, para que pudiese ser empleado en un futuro muy lejano en la lucha contra la Sombra. Para su creación, se contó con Aes Sedai varones que aún no habían sido afectados por la corrupción, de tal forma que puede considerarse la última gran creación en tres mil quinientos años en la que participaron hombres y mujeres. A consecuencia de las inmensas cantidades de Poder puesto en juego, todas las personas que tomaron parte en la creación del Ojo del Mundo perdieron la vida, un sacrificio del que eran conscientes y que aceptaron, por los beneficios que traería en el futuro lejano.
Con el tiempo, el Ojo del Mundo pasó a los cuentos populares como un lugar de leyenda de paradero desconocido, buscado por gente ansiosa de correr aventuras o de alcanzar fama y gloria. Según se decía, el Ojo del Mundo "sólo podría ser encontrado una vez en la vida, y tan sólo si existía una gran necesidad". Según reconoció el propio Someshta, muy pocas personas habían dado con el Ojo del Mundo a lo largo de su existencia, y la única que entró en él dos veces fue Moraine Damodred, aunque las circunstancias de su primer viaje no han trascendido.
Combate en el Ojo del Mundo[]
Someshta
En el año 998 NE, Moraine Damodred regresa al Ojo del Mundo acompañada de Lan Mandragoran, Rand al'Thor, Mat Cauthon, Perrin Aybara, Egwene al'Vere, Nynaeve al'Meara y Loial, con la intención de descubrir cuál de los tres muchachos de Dos Ríos era capaz de encauzar y, por tanto, era el Dragón Renacido. La urgencia de la misión es aún mayor al tener noticia de que Ba'alzamon se propone cegar el Ojo del Mundo, por lo que sin más preámbulos Someshta guía a los viajeros al legendario lugar, consistente en una amplia cueva en cuyo interior se encontraba el Saidin en estado líquido formando un gran y denso estanque en la caverna con forma de ojo.
Sin embargo, el grupo no se encuentra solo. Dos de los Renegados han conseguido liberarse de su milenaria prisión y, al parecer, les han seguido para hacerse con el control del Ojo del Mundo. Aunque Someshta acaba con Balthamel, lo hace a costas de su propia vida, y el poder de Aginor es tan grande que no puede ser detenido por Moraine ni Lan. Rand combate con Aginor por el dominio del Ojo del Mundo, encauzando el Poder Único de forma más o menos consciente por primera vez. El Renegado absorbe demasiado Saidin del Ojo y acaba muriendo incinerado. Con el resto de Saidin, Rand despierta parte de sus habilidades, diezma un ejército de Engendros de la Sombra en el Desfiladero de Tarwin e inflige su primera derrota a Ba'alzamon.
Con Someshta muerto y el Ojo del Mundo vacío, el lugar custodiado por el Nym comienza a deteriorarse y es prácticamente devorado por la Llaga. Antes de partir, el grupo de viajeros descubre que en el lugar donde antes se encontraba el Ojo del Mundo yacen tres objetos míticos: uno de los sellos de la prisión del Oscuro ya roto, el Estandarte del Dragón y el Cuerno de Valere.