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Tylin Quintara
Tylin4
Información cronológica
Primera mención ESDC 7
Primera aparición ESDC 48
Última aparición ECDI 31
Última mención TDM 52
Información biográfica
Nombre completo Tylin Quintara Mitsobar
Nacionalidad Altara
Nacimiento ca. 955 NE
Muerte 1000 NE
Información política
Título Lady
Cabeza Insigne de la Casa Mitsobar (I - IX)
Reina de Altara (I - IX)
Rango Noble de la Casa Mitsobar
Reina (I - IX)
Afiliación Seanchan (VIII - IX)
Ocupación Reina de Altara (I - IX)
Descripción física
Género Mujer
Estatura Baja
Pelo Negro con hebras grises
Ojos Negros
Familia
Beslan Mitsobar (hijo)
“El problema de tener un zorro domesticado es que tarde o temprano acaba recordando que es un zorro.”
   —Tylin Quintara a Mat Cauthon

Tylin Quintara, por la Gracia de la Luz reina de Altara, Señora de los Cuatro Vientos, Guardián del Mar de las Tormentas y Cabeza Insigne de la Casa Mitsobar, es nominalmente la monarca del reino altaranés, aunque sus auténticos dominios se extiendan tan sólo unas pocas millas al norte de la capital, Ebou Dar. Es viuda y ha perdido en duelos a tres hijos y una hija, de modo que su único vástago superviviente es Beslan Mitsobar.

Apariencia[]

Pese a no ser más alta que Nynaeve al'Meara, Tylin tiene una presencia majestuosa e imponente que llama la atención a cualquier persona. Tiene el pelo negro y brillante con algunos mechones grises en las sienes. No es una mujer joven, pero sigue poseyendo una figura envidiable y un atractivo innegable, que ni siquiera se ve disminuido por las cicatrices que luce en ambas mejillas, seguramente restos de pasados duelos. Como todas las mujeres ebudarianas, Tylin luce un cuchillo de esponsales que en su caso es una joya más que adorna sus hermosas y ricas vestiduras de seda de corte altaranés.

Sinopsis[]

El Señor del Caos[]

Aunque el poder real de Tylin sea mucho más reducido de lo que en teoría afirma poseer, lo cierto es que es una gobernante inteligente que ha sabido moverse con astucia entre facciones enfrentadas salvaguardando Ebou Dar y su autonomía. Los malabarismos que ha tenido que hacer Tylin para contentar por igual a los Hijos de la Luz y a las Aes Sedai se han complicado en los últimos meses, a raíz del Cisma de la Torre Blanca y la llegada de las Aes Sedai rebeldes a sus propios dominios. El hecho de que la facción rebelde se instalase en Salidar, oficialmente parte de su reino, ha causado importantes quebraderos de cabeza a Tylin, quien no ha tenido más remedio que lidiar a un mismo tiempo con las embajadas de los Hijos de la Luz, las rebeldes y las Aes Sedai fieles a Elaida, a sabiendas de que un paso en falso con cualquiera de ellas supondría su perdición.

Icono EbouDar.svg

Tylin recibe a las dos jóvenes Aes Sedai que han acudido recientemente a Ebou Dar, Nynaeve al'Meara y Elayne Trakand, y les ofrece alojamiento en su propia residencia, el Palacio de Tarasin, junto a todos sus acompañantes. La monarca les explica que su consejera Aes Sedai, Cavandra, regresó a Tar Valon tan pronto como se supo que se había escindido en dos y que posteriormente llegaron a Ebou Dar sendas embajadas, una liderada por la rebelde Merilille Ceandevin y la otra por las antiguas Asentadas Teslyn Baradon y Joline Maza. Para complicar más las cosas, también se ha instalado en la ciudad Jaichim Carridin, por orden del capitán general de los Hijos de la Luz, Pedron Niall. Ante esta situación, Tylin reconoce abiertamente a Nynaeve y Elayne que su posición es precaria y que no puede favorecer a ningún bando en prejuicio de los restantes. No obstante, les desea suerte en su empresa de buscar el Cuenco de los Vientos y les indica que, por la descripción que han hecho, seguramente aquel objeto se encuentre en el Rahad.

La Corona de Espadas[]

Tylin2

Tylin (por Richard Boyé)

La reina de Altara llama a su presencia a Mat Cauthon, que ha viajado a Ebou Dar acompañando a Nynaeve y Elayne. El joven le revela a Tylin que Carridin es un Amigo Siniestro, pero ella no muestra ninguna reacción al respecto e, inesperadamente, comienza a flirtear con Mat hasta que es interrumpida por la llegada de su hijo, Beslan. Pese a que el alarmado ta'veren trata de rechazar cortésmente a la reina, ésta se muestra tenaz y no ceja en su empeño de conquistarle, exigiendo que se traslade al Palacio de Tarasin. Ese mismo día Tylin entra en las habitaciones de Mat y no sólo prosigue su acoso, sino que incluso empieza a desvestirle, si bien éste consigue escapar cuando irrumpen en sus aposentos sus amigos Thom Merrilin y Juilin Sandar. No obstante, pese a lo escurridizo que es, Mat acaba acostándose con Tylin después de que ella no le deje otra salida e incluso llegue a amenazarle con su cuchillo de esponsales.

Mat se convierte en el juguete de Tylin, quien se muestra extremadamente posesiva con él y tan ardiente que apenas le deja un momento libre para vigilar a Nynaeve y Elayne. La altaranesa está encantada con su nuevo amante y hasta Beslan está satisfecho por ver a su madre tan feliz, aunque sea con un chico de su edad. Tylin quiere estar el menor tiempo posible separada de Mat y que éste acuda a ella tan pronto como lo ordene, por lo que dispone que éste sea trasladado a los aposentos reales. La reina está presente cuando Nynaeve y Elayne se reúnen con las Allegadas y las Detectoras de Vientos, una vez que han conseguido dar con el Cuenco de los Vientos y se preparan para partir lo más rápido posible hacia un lugar seguro donde activarlo. Tylin da un beso de despedida a Mat, pues el plan original es que éste se vaya con sus amigas. Sin embargo, el joven no tendrá más remedio que permanecer en Ebou Dar después de resultar herido en el derrumbamiento de un edificio y será objeto de las más atentas atenciones de Tylin.

El Corazón del Invierno[]

Unas pocas horas después de que Nynaeve, Elayne y sus acompañantes se marchasen, Ebou Dar ha sido atacada por los seanchan, quienes la conquistan en pocos instantes. Tylin es perfectamente consciente de que no puede rivalizar con un ejército tan poderoso, por lo que se muestra amable y hospitalaria con los invasores, permitiéndoles instalarse en la ciudad e imponer sus propias normas, así como mostrando su buena disposición a prestar juramento de fidelidad a la Emperatriz. La reina se pliega a los deseos de la Augusta Señora Suroth, a quien convierte en su invitada de honor. Pocos días más tarde llega a la corte una persona aún más importante que Suroth, la Augusta Señora Tuon, y Tylin la trata con aún mayor deferencia y respeto, enfureciendo a Beslan, ya que éste es partidario de la rebelión. En los días posteriores Tylin pasa mucho tiempo con Tuon y Suroth, quienes le han garantizado que dominará todo Altara si jura lealtad a la Emperatriz.

Tylin

Tylin

En una ocasión Mat irrumpe en la sala donde se ha reunido Tylin con Tuon y Suroth, nada más sufrir el ataque del gholam. Tuon se fija en él y le pregunta a Tylin cuánto cuesta su juguete, ante lo cual la monarca le responde que es un hombre libre y por ello no está a la venta. Cuando ya se encuentran en privado, Tylin se muestra enfadada con Mat por su irrupción y por haber alarmado a las Augustas Señoras, y le amenaza con que esa noche volverá a ser atado con lazos rosas, una práctica que parece horrorizar al joven. En los últimos días éste se ha recuperado de sus heridas, mas la reina no le ha concedido ni un momento de respiro, y por lo que parece no está dispuesta a dejar que se marche. Por Tylin, Mat se ha convertido en el hazmerreír del palacio, al ser obligado a llevar coloridos trajes y elaborados encajes en cuello y mangas, de tal forma que nadie puede imaginarse que el juguete de la monarca sea en realidad un exitoso general y un ta'veren.

Para reforzar su promesa de poder, Tuon sugiere a Suroth que se lleve a Tylin y le muestre todo su reino durante una semana volando en to'raken. Las dos mujeres regresan inesperadamente antes de tiempo después de que Suroth sea avisada de una emergencia militar y es entonces cuando la reina de Altara descubre que Mat está a punto de escaparse. Ésta le besa con ardor y posteriormente le golpea con una mayor intensidad, por su reencuentro y por haber planeado irse sin avisarla. Tylin le explica a Mat que su responsabilidad es mantenerse con su pueblo, por lo que ella permanecerá en Ebou Dar y ascenderá a la Sangre. Ahora bien, para alejar cualquier sospecha de ella, la reina ordena a Mat que la ate y amordace hasta que sea encontrada al día siguiente. Ella planea adoptar una actitud herida por la traición de su amante y declarará en público sus deseos de convertirlo en da'covale, pero le desea mucha suerte y los dos actúan de acuerdo con lo previsto. Antes de partir, Mat se sorprende a sí mismo al descubrir que empezaba a sentir algo por aquella dominante mujer.

Desgraciadamente, el gholam que estaba persiguiendo a Mat entra en el Palacio de Tarasin apenas unas horas después de que Mat se haya marchado y, siguiendo su rastro, encuentra a Tylin inmovilizada bajo la cama. Aquel ser ataca a la indefensa reina y la asesina brutalmente, arrancándole la cabeza de cuajo y bebiéndose su sangre.

Personalidad[]

Tylin Mat

Tylin y Mat

La reina Tylin Quintara es una mujer con un elevado sentido del deber, una gran visión práctica y unas innegables dotes de mando que le han permitido mantener los reducidos dominios que ha heredado pese a las grandes presiones externas. Sentada en el Trono de los Vientos, Tylin ha demostrado ser una monarca sabia y capacitada, pese a contar con escaso margen de acción. Su gran deseo es que Beslan puede sucederla a su muerte, y está dispuesta a todo con tal de conseguirlo, incluyendo someterse a los seanchan si con eso asegura la línea sucesoria. Lejos de sus funciones reales, Tylin ha desplegado el carácter autoritario y voluble propio de las mujeres altaranesas, como se ha podido ver de sobra al obligar a Mat Cauthon al mantener relaciones con ella, independientemente de lo que él pudiera sentir por ella. Aun así, Tylin ha sido una mujer honorable y sensible, y cuando comprendió que no podría hacer nada por impedir que Mat se marchase de su lado, no le delató a los seanchan y acordó con él una coartada lo suficientemente convincente como para que ambos pudieran seguir adelante con sus vidas.

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